El Canal de Castilla
El Canal de Castilla fue uno de los sueños de la Ilustración del Siglo XVIII. Se pretendía crear una red de canales de navegación que facilitasen el transporte de la lana, los vinos y el cereal de la entonces aislada Castilla, principal centro de producción del país del momento, dando salida a los mismos hacia los puertos del norte.
El Canal de Castilla es una obra de ingeniería de dimensiones impresionantes. No sólo en lo material; también en su propia gestación. No es preciso un derroche de imaginación para tomar conciencia del titánico esfuerzo que supuso su trazado entre los siglos XVIII y XIX. Fue la solución escogida por los políticos de la Ilustración, obsesionados por romper el paupérrimo aislamiento en el que esta región se encontraba sumida. Tras un largo periodo de aprovechamiento pleno, fue definitivamente cerrado a la navegación en 1959.
El área de actuación de la Diputación en el Ramal de Campos se sitúa entre la esclusa séptima, próxima a Tamariz de Campos, y la dársena de Medina de Rioseco. El Centro de Recepción de Viajeros en Medina de Rioseco acoge todo tipo de actividades en el Canal: paseos a bordo de la embarcación turística Antonio de Ulloa, alquiler de barca eléctrica, piraguas.
Además, proporciona información sobre las posibilidades de turismo activo en el Canal: piragüismo, senderismo o rutas en bicicleta. La visita a la antigua fábrica de harinas San Antonio permite contemplar el perfecto estado de su antigua maquinaria.
El canal ha creado un hábitat que favorece y protege la vida de muchas especies, las que viven en sus aguas, las que anidan o se alimentan de sus bosques y otras que simplemente se refugian en sus arbustos. Y qué decir tienen la flora y los amplios campos castellanos que originan un paisaje peculiar y digno de contemplar en sus diferentes estaciones, y muy especialmente en otoño, en que el canal alcanza unas tonalidades ocres admirables.
Fuente: Diputacion de Valladolid