Sendero del Ebro De Vall de Freixes a Mequinenza

Se trata de una etapa montañosa en la que hay salvar desniveles de entre 300 y 400 metros, porque atraviesa la sierra de los Rincones por su parte más elevada.

Con motivo de la puesta en funcionamiento  de la presa de Mequinenza todos los caminos tradicionales próximos al Ebro se inundaron, por lo que el camino  natural atraviesa la sierra buscando la máxima altura. Saliendo desde el refugio de ribera del barranco de Vall de Freixes se toma el sendero que remonta el valle entre pinos.

En un cruce de caminos, sobre la parte más alta de la sierra, se gira a la derecha y llaneando entre cultivos se llega a la torre Fustigueras. Se sigue la ruta, dejando atrás la casa Beanta y continuando por el camino del Plano. Continuando de frente , hacia el este, se deja el sendero para coger una pista secundaria, adentrándose en el barranco de Tapioles.

Se va descendiendo de forma pronunciada, llegando a la orilla del embalse. Siguiendo un segundo desvío a la derecha se va ascendiendo por almendros y olivos. Más adelante en un cruce de pistas se toma la variante que desciende de frente y que concluye en el fondo del arroyo de Tamariu.

La pista baja a la izquierda recorriendo la orilla derecha de las aguas del embalse que remontan el cauce del barranco . Entre estrechas paredes se llega a un cruce donde se toma a la derecha un carril asfaltado. A los 50 m se abandona este carril por la izquierda,  para tomar otro que alcanza la parte superior de la presa de Mequinenza. Se sigue bajando hasta la N- 211, muy cerca de la orilla del Ebro, cuyas aguas siguen remansadas formando la cola del embalse de Ribarroja.

Recorriendo la carretera, se llega al puente sobre el Ebro, donde se desvía el trazado de la etapa 36.1, en dirección a Fayón. Atravesado el río, se aprecian bajo el castillo medieval los restos del antiguo casco urbano de Mequinenza, en algo más de un kilómetro, por el arcén de la carretera y aprovechando un ramal de descanso sobre la orilla , se entra en la localidad de Mequinenza, pueblo nuevo construido a raíz de la desaparición del antiguo, por la construcción del Embalse de Ribarroja.

En su época de máximo esplendor Mequinenza fue un importante embarcadero de carbón de lignito, manteniendo una importante flota de «llaüts», o barcazas de transporte fluvial típicas del curso bajo del Ebro con las que se navegaba hasta las estaciones de ferrocarril de Fayón y Tortosa.

Fuente: turismodearagon.com

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