Turismo en Auto: Madrid – Candelario
Finalmente el viaje que teníamos previsto en junio del 2020 y que habíamos pasado para septiembre del mismo año lo pudimos realizar ahora, partiendo el 6 de junio de Buenos Aires (Aeropuerto Internacional de Ezeiza) por Aerolíneas Argentinas, partiendo a la 16 hs arribando al Aeropuerto de Barajas al día siguiente a las 8:45 de la mañana.
El ingreso por migraciones lo realizamos sin dificultad al poseer pasaporte con ciudadanía italiana, con el certificado de PCR negativo y la declaración jurada obligatoria que requiere España para entrar al país.
Durante la semana retiramos de las oficinas centrales de Renault el modelo Captur híbrido me fue entregado para realizarle un test, debido a mi profesión además de periodista de turismo soy director/periodista de la industria automotriz con mi propio portal (www.16Valvulas.com.ar); El modelo Captur que utilizamos es del tipo híbrido al contar con una motorización de combustión interna (naftero) y dos motores eléctricos; contando con una batería para mover estos impulsores. Además otra de las características de este vehículo es que la batería puede cargarse mediante cargadores públicos o un cargador individual que dispone el auto para conectarse a la red domiciliaria.
Nuestro primer punto fue Candelario partiendo desde Madrid requiriendo 218 kilómetros para llegar a este punto arrojando nuestro Captur un consumo de 5 l/100 km conduciendo en modo híbrido consumiendo 10,9 litros que a un valor de 1,42 euros nos dió 15,4 euros.
Candelario es un pueblo declarado como bien de interés cultural, en la categoría de conjunto histórico. Es un pueblo de montaña con construcciones muy características diseminadas a lo largo de empinadas calles, con muros anchos de piedra, grandes balcones de madera y las célebres batipuertas.
El pasado de este pueblo, ampliamente ligado a la actividad chacinera, influyó decisivamente en la tipología de las construcciones, con grandes balconadas empleadas como secaderos, así como una estancia en la planta baja dedicada a «picadero», donde se desarrollaban las labores de embutido.
Nombramos las batipuertas, pero ¿qué son? Son elementos curiosos y fácilmente reconocibles de la casa, nos referimos a la media puerta que antecede y protege a la propia de la vivienda. De madera y con un remate superior variable en su diseño parece reunir diferentes funciones. Por un lado protegía de los rigores climáticos como frecuentes nevadas que se acumulaban en calles y accesos. Para otros permitían el airear la vivienda sin temor a que entraran animales que merodeaban frecuentemente por las calles de la localidad.
Por último, para muchos, formaban parte del quehacer cotidiano de la casa, permitiendo que desde el interior de la misma, desde el portal, el matarife, dar un golpe definitivo que pusiera fin a su vida e iniciara el proceso de la matanza. De hecho, en algunas de ellas podrá ver una curiosa anilla de hierro y algún gancho, del mismo material por el que se hacía pasar la cuerda que sujetaba a la res, para tirar desde su interior y acercarla hasta la batipuerta, facilitando así el trabajo del sacrificio sin temor a golpes, cornadas o dentelladas.
Las fuentes por toda la villa forman parte integrante de la fisonomía de la arquitectura popular candelariense
En Candelario nos deleitamos con un impresionante almuerzo en la Posada de Candelario. No solo cuenta con un salón sino con un hermoso patio donde se ubicaban unas seis mesas. Allí nos sirvieron unas aceitunas verdes descarozadas, carnosas y de buen tamaño. De plato pedimos una parrillada mixta de solomillo y buey con verduras asadas acompañadas de papas.
El acompañamiento de verduras asadas consistía en tomate, hongos, zapallitos, manzana verde y cebolla. Un agua grande con el plato mencionado para dos personas dió una cuenta de 27,5 euros para dos.
Les dejo una parte del menú para que puedan observar los precios de los distintos platos y bebidas.
En la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se mezclan diferentes estilo arquitectónicos: mudéjar, barroco, románico y gótico.
