Una habitación de leyenda en el Parador de Lerma

En el corazón de la Plaza Mayor de Lerma, en la provincia de Burgos, se encuentra un lugar donde la historia y la modernidad se entrelazan: el majestuoso Parador de Lerma. Este impresionante establecimiento, ubicado en el Palacio Ducal de Lerma, un edificio del siglo XVII que fue originalmente un castillo medieval, ofrece una experiencia única que combina el lujo con la rica historia de España.

parador de lerma

El Palacio Ducal de Lerma fue construido en 1603 por Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma y valido del rey Felipe III. Este poderoso noble transformó el castillo medieval en un espléndido palacio renacentista con detalles barrocos, convirtiendo a la villa de Lerma en el epicentro del poder del reino. El edificio destaca por sus cuatro torres —una característica inusual para la época, ya que la mayoría de los palacios tenían solo dos— y sus 210 balcones de piedra, que aún hoy son uno de los elementos más llamativos de su fachada. Además de su arquitectura imponente, el palacio ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos, consolidándose como un monumento de memoria viva.

Una habitación especial
En el interior de este histórico edificio, el Parador de Lerma mezcla con maestría lo antiguo y lo moderno. Entre sus elegantes habitaciones, la habitación 106 destaca como un homenaje a la Infanta Margarita, la séptima hija de Felipe III y Margarita de Austria, quien nació en este palacio en 1610. Conocida como la «habitación de la Infanta Margarita», esta suite ofrece una experiencia majestuosa gracias a su cama con dosel, evocadora de los tiempos de la corte, y un jacuzzi con vistas espectaculares a la naturaleza circundante. Alojarse en esta habitación es mucho más que una noche de lujo: es un viaje en el tiempo que permite a los huéspedes conectarse con la historia de la realeza española.

106

Otros rincones llenos de historia
El Parador también alberga otros espacios cargados de significado histórico. Durante la Guerra de la Independencia, en 1809, Napoleón Bonaparte estableció su base en el Palacio Ducal, dejando su huella en habitaciones como la 313, que conserva vestigios de aquella época. Hoy en día, los huéspedes pueden recorrer estos rincones y revivir momentos trascendentales de la historia de España.

Ubicado a orillas del río Arlanza, el Parador de Lerma ofrece un entorno natural privilegiado, con vistas panorámicas de la villa y sus alrededores. Este paisaje, sumado a la impresionante arquitectura del palacio, lo convierte en un destino ideal para una escapada de invierno llena de historia, cultura y confort.

palacio lerma

Pasar una noche en el Parador de Lerma es mucho más que una estancia en un hotel: es una experiencia inmersiva que transporta a los huéspedes a siglos de esplendor y poder. Desde los estrenos de las obras de Lope de Vega en su patio central hasta las conquistas de Napoleón, este Parador sigue siendo un testigo silente de la historia, guardando en sus muros relatos de una época que perdura en el tiempo. Entre todos sus encantos, la mítica habitación 106 de la Infanta Margarita brilla como un tributo al legado de este lugar único.

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